Feliz año a tod@s, empezamos con la primera entrada del año que casualmente clausura un post de 3 bloques. En el primero(I) vimos una exhaustiva biografía de Silvio Berlusconi, en el segundo(II) se repasaron algunos de los sucesos más controvertidos que han habiado a lo largo de su carrera. Y en este último bloque se realiza una conclusión sobre los media y el poder político.
III) Los media y el poder político
Según los ejemplos que hemos visto en el anterior apartado, podríamos decir que Berlusconi define la democracia como un gobierno de opinión. El pueblo soberano “opina” principalmente en función de cómo la televisión le induce a opinar y el descubrimiento de la fuerza que puede ejercer la imagen hace que en nuestros tiempos ésta se sitúe en el centro de todos los procesos políticos. Sin ir más lejos, estamos hablando de la opinión pública, que es el conjunto de opiniones que se encuentra en el público: los intereses generales, el bien común, los problemas colectivos.
Por lo tanto, antes cuando la opinión pública se plasmaba en los periódicos y en la radio había un equilibrio. Pero la imagen desbanca a los líderes intermedios de opinión, es decir, a las autoridades cognitivas donde unas de sus funciones principales era la de establecer quién era digno de crédito y quién no lo era. Con la televisión, la autoridad cognitiva es la visión en sí misma, pero por si acaso, Berlusconi también se ha preocupado de tener en su propiedad la mayor editorial italiana, Mondadori, para así poder controlar la gran mayoría de los periódicos.
El primer ministro italiano supo desde el principio el gran valor estratégico de los media y una vez que posee 3 de las 7 cadenas nacionales, más la influencia en las otras 3 públicas, se puede decir que él solo controla el 90% de la televisión nacional de Italia1. Una vez llegado a ese punto, sólo tiene que empezar a generar distorsiones de la realidad para poder manipular la información. Por ello podemos ver que en los media proliferan los charlatanes, los pensadores mediocres, y si por casualidad hubiera alguna persona seria que pudiera poner en peligro el consenso creado por Il Cavaliere, éste se encargará pronto de borrarlo del mapa como pasó en el Edicto Búlgaro.
No obstante, no sólo basta con tener casi el control total de los media, hay que saber gestionar de una forma eficiente lo que se llama la “agenda-setting”. Dicha teoría explica cómo los medios pueden determinar que noticias tienen más peso y cuales no, de esta forma los mass media al mostrar más prioridad por un tema pueden conseguir que éste sea considera también por las personas como más importante e influir así en la opinión de las personas. Como dijo Cohen, el autor de esta teoría: “los medios (informativos) pueden no acertar al decirnos cómo pensar sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen sobre qué pensar”2.
Otra modo de distorsión que utiliza es la búsqueda inexorablemente de aquellos momentos de ataque, ya que “pueden resultar un espectáculo y la televisión es espectáculo”3. Por este motivo siempre que surge en la opinión pública alguna información que daña la imagen de Berlusconi, éste acude rápidamente a la televisión para reestructurar de nuevo su realidad, reforzar la opinión del pueblo, y por si fuera poco, en la mayoría de las ocasiones se muestra como víctima de los hechos sucedidos. Pero todo esto viola un principio muy relevante de la convivencia cívica, el principio de oír a la otra parte.
En cuanto al tema de las elecciones, la televisión tiende a personalizarlas. “En la pantalla vemos personas y no programas de partido”4, es decir, estamos ante una política que se fundamenta en la exhibición de personas donde la máxima prioridad recae en la imagen de los políticos. Hoy día ya no se votan a partidos o programas políticos, hoy se vota a candidatos. Y no hay que olvidar que las características del sistema electoral juega un papel muy importante en este tipo de política, ya que “el poder del vídeo es menor cuando el voto se da a listas de partido”5 y que posee mucha más fuerza cuando se vota a candidatos únicos. Por dicha razón hemos visto que Berlusconi en 2006 realizó modificaciones en las leyes electorales.
“Hasta ahora se consideraba que en política la solución a las dificultades de la gente había que reclamársela a los políticos [...] pero los gobiernos de los sondeos atribuyen los problemas a los políticos y la solución a la gente”6. Si además la televisión agranda los problemas y anula el pensamiento de las personas que deberían resolverlos y a esto, le añadimos que los medios de comunicación están dirigidos por esta subcultura de personas que no poseen una consistencia intelectual, el resultado que obtenemos es un pensamiento insípido y fácilmente manipulable.
En esta parte final del trabajo y después de todo lo expuesto, se podría decir que tenemos en nuestro poder la información necesaria para poder responder a aquellas preguntas que según Imma Tubella7 hay que hacerse cuando se realizan ejercicios de interpretación:
- ¿Qué versión del mundo (realidad social) presenta?
- ¿Qué efectividad tiene para cumplir sus objetivos?
(1) En este sentido se salva la cadena 7 que pertenece a Telecom Italia: http://www.la7.it
(2) MEYER, Jose Antonio. Establecimiento de agendas en medios de comunicación: Repercusiones del escándalo mediático Marín-Nacif-Cacho [en línea] Disponible en Web: <http://www.revistalatinacs.org/09/art/02_801_05_Puebla/Jose_Antonio_Meyer_Rodriguez.html> [Consulta: 14 de noviembre de 2009]
(3) SARTORI, Giovanni. Homo Videns. Madrid: Taurus, 8ªedición 2008 (1998). p.98
(4) Íbidem. p.111
(5) Íbidem. p.112
(6) SARTORI, Giovanni. Homo Videns. Madrid: Taurus, 8ªedición 2008 (1998). p.150
(7) “Els Media en la Societat de la informació”
Aut@r de la imagen: Martinhoward - licencia Creative Commons 2.0 by
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