27 de septiembre de 2010

Comunidades Virtuales: resolución de conflictos y convivencia

Después de haber escrito el primer bloque sobre las opiniones de los artistas, consideré que era conveniente hacer una pequeña pausa y escribir sobre otros temas para que se pudiera desconectar un poco.
Los últimos post han sido breves porque he estado un poco liado preparando y organizando un proyecto sobre cultura audiovisual participativa "Culturaremix", e intentar así sacarlo adelante.

Centrándonos ya en el tema de hoy, he pretendido desarrollar brevemente algunos aspectos que hacen referencia a la resolución de conflictos dentro de las comunidades virtuales. Para no hacerlo muy extenso, y más hoy que es lunes, he preferido dividirlo en dos partes. Os dejo con la primera y seguramente mañana tendréis la segunda parte.

Introducción
En la gran mayoría de los ámbitos de nuestro entorno, los conflictos generalmente se entienden como situación negativa y/o destructiva, ya que en teoría suponen una desorganización y un peligro en la estabilidad de cualquier apartado de nuestras vidas, ya sea personal, profesional o social. Se podría decir que un conflicto “ocurre cuando las partes se encuentran en desacuerdo en cuanto a la distribución de recursos materiales o simbólicos y actúan movidas por la incompatibilidad de metas o por una profunda divergencia de intereses1.

Pero por otro lado, también se podría considerar que en determinadas ocasiones, un conflicto puede representar un aspecto positivo y suponer un avance allá donde se ha producido. Esta es otra posibilidad que hay que tener en cuenta para abordar este tema de la forma más objetiva posible, evitando así, una representación sesgada de las consecuencias de los conflictos. Por lo tanto, esta situación puede presentarse como una oportunidad de mejora, puesto que “un conflicto no es una cosa sino un proceso que puede posibilitar un cambio en una dirección concreta. Un conflicto es una construcción social como cualquiera otro proceso de nuestra realidad2.

Sin embargo habría que destacar la vital importancia que plantea indagar “sobre aquellos elementos que intervienen o facilitan la producción de conflictos en las interacciones que emergen a través de la Comunicación Mediada por Ordenador (CMO). Tal ejercicio asume el conflicto como un hecho negativo que se debe prevenir o evitar, en aras de lograr el mantenimiento de la comunidad virtual3. Es este intento de preservar la comunidad online el principal objetivo de la gestión de conflictos, puesto que sin este mecanismo la unidad de sistema se expone a un grave peligro. Por lo tanto, la resolución de conflictos es una de las máximas prioridades que ha de tener una comunidad para asegurarse su continuidad, y por lo tanto, es aquí donde juegan un papel vital un diseño apropiado del sistema y una actuación adecuada de cada uno de sus elementos que la integran.

Por lo tanto, como explica Georg Simmel, podríamos decir que un sistema social completamente pacífico no puede tener una razón de ser porque no estaría adecuadamente preparado para los cambios, y más hoy en día donde se vive en un cambio constante: “la armonía y el consenso no son buenos por sí mismos ni el conflicto es, en si mismo, un poco malo. Más bien, ambos casos son positivos y necesarios para la supervivencia del sistema4.

Según acabamos de ver, un sistema “pacífico” no es lo más aconsejable, pero por el contrario, un sistema pluralista, al poseer una gran variedad de elementos, perspectivas, ideologías, etc. presenta unos rasgos que facilitan y redundan en unas mayores posibilidades de adaptación al entorno, una mejor capacidad en la toma de decisiones, y por lo tanto, de tener unas probabilidades más elevadas a la hora de hacer frente a un conflicto. Sin embargo, esta diversidad de valores también se puede convertir en una fuente de conflictos, puesto que “los sistemas pluralistas, que son más complejos y que están estructurados de forma más elaborada que a los que pertenecen a un modelo radical centrado en la dicotomía y en la oposición, tienen un alto grado de vulnerabilidad propio5.



1. HOWARD, M. La cultura del conflicto. Las diferencias interculturales en la práctica de la violencia. (1995). Barcelona: Edicions Paidós.

2. FELIU, M. “Dinàmica i gestió del conflicte. La perspectiva psicosocial”. A. R. De Alós-Moner, J. Feliu, J.L. Martí i A. Marín (Eds.) Negociació de conflictes II. Barcelona: Editorial UOC.

3. CIBERSOCIEDAD 2.0. El estudio del conflicto en comunidades virtuales . Una revisión de aportes recientes. 2006. Disponible en Web: http://www.cibersociedad.net/congres2006/gts/comunicacio.php?id=1

4. SIMMEL, Georg. Conflict and the web of froup affiliations. (traduït i editat per Kurt Wolff) 1922 (1955) Glencoe. Free Press.

5. SMITH, A. D. “Los problemas de la resolución de conflictos en las comunidades virtuales”. Capítol VI de Comunidades en el ciberespacio (editors Marc A. Smith i Peter Kollock) Barcelona: editorial UOC (2003) p. 188


Foto: luc legay (CC 2.0. BY-SA)

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