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19 de octubre de 2010

3. Presencia de los artistas en los principales medios de difusión de Internet

Este es el tercer post del segundo bloque. Siempre se podrá consultar el índice que se encuentra en el post inicial para poder encontrar los otros puntos de forma rápida y fácil.

Hoy en día las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, en especial Internet, proporcionan un nuevo espacio social complementario al existente en la vida offline, en el que además se superan las barreras del espacio y el tiempo. En la actualidad, plataformas como Facebook, Youtube, Twitter o MySpace, se podrían considerar como lugares idóneos para poder difundir información a un gran número de personas. Y en el caso de los músicos, estas comunidades1 virtuales son especialmente interesantes, no sólo porque su música puede ser escuchada por un mayor número de personas, sino también porque les permite disponer de nuevos canales de comunicación con los que afianzar y estrechar los lazos sociales2 con el público.

Una vez analizados los datos de los artistas, se ha podido comprobar que todos ellos se pueden encontrar en Internet al menos en una web propia o portal oficial, este hecho demuestra que estos músicos tienen un interés evidente en estar presentes en Internet. Además, la mayoría de sus plataformas oficiales disponen de foros, chats u otro tipo de herramientas similares, que seguramente han sido implementadas por los artistas para poder establecer con sus fans una comunicación bidireccional. Asimismo, aunque los veinticuatro músicos que han sido analizados disponen de un portal oficial, todos ellos también se han interesado por estar presentes en alguna red social o comunidad virtual vinculada a la música, como Facebook o MySpace. Posiblemente, algunos de estos músicos han tomado esta decisión para reforzar así su presencia en Internet, otros tal vez, porque su plataforma oficial no dispone de los medios necesarios para poder construir una comunidad virtual como la que ofrecen las redes sociales o, probablemente, para estar en igual de condiciones que el resto de los artistas.


Artistas Seguidores
Facebook*
1. Manu Chao129043
2. Vetusta Morla42921
3. Amaral13934
4. Alaska13778
5. Canteca de Macao11333
6. El Cigala7150
7. Muchachito3608
8. Reincidentes3151
9. Miss Caffeina2775
10. Santiago Auserón2664
* datos de junio de 2010
** disculpar que la imagen de la gráfica no sea 100% nítida. He probado diferentes formatos pero el problema persiste. Puede que sea un problema con Blogger.


No obstante, aunque las nuevas tecnologías ofrecen un sinfín de posibilidades, en el presente estudio se ha podido constatar que muchos de los músicos hacen un uso básico de estas herramientas. Se puede afirmar que únicamente alrededor del 33% de estos artistas, ofrecen a sus fans la posibilidad de ser partícipes en la construcción y aportación de los contenidos que forman parte de la plataforma oficial de su grupo. Este conjunto de ocho o nueve músicos pretenden que los usuarios sean una parte esencial del grupo en Internet y para ello les solicitan que colaboren con ellos enviando enlaces de entrevistas, vídeos y fotos de los conciertos, etc. Asimismo, uno de los aspectos más relevantes es que los artistas que instan este tipo de participación más proactiva por parte de los usuarios, son aquellos que se encuentran entre los diez primeros artistas con mayor número de seguidores en Facebook (en comparación con los otros músicos que conforman esta investigación). Todo ello puede ser una de las diversas respuestas que los usuarios manifiestan ante los diferentes usos que los artistas hacen de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Por último, se puede constatar que hoy en día los medios de comunicación tradicionales ya no son los únicos canales que facilitan información sobre los grupos de música. En estos momentos Internet es un medio que también tiene una función importante en la difusión de ese tipo de contenidos pero con la peculiaridad, que en este espacio las personas suelen tener un papel más activo, es decir, son ellas las que buscan la información. Ésta podría ser también una de las razones, por las que una gran parte de los artistas analizados ponen al alcance del público herramientas entre las que cabe destacar la sindicación de noticias, newsletters, aplicaciones informativas para móviles, entre otras.


1. Una comunidad “es una categoría analítica que define la interacción humana como constitutiva de la realidad social, redimensionando al sujeto como persona socializada en un grupo concreto, con sus representaciones sociales, simbólicas y valores culturales. Además de una aproximación social y antropológica, podemos considerar a la comunidad como un contexto de acción que contribuye a la generación de realidades basadas en entramados simbólicos” .
MORENO, Almudena; SUÁREZ, Carolina. Las comunidades virtuales como nuevas formas de relación social: Elementos para el análisis.[en Línea] Enero de 2010. Disponible en Web: http://www.ucm.es/info/especulo/numero43/covirtual.html Revista Espectáculo Venezolana de la Facultad de Ciencias de la Información Universidad Complutense de Madrid, noviembre 2009/febrero 2010, no. 43, ISSN 1139-3637

2. Para poder aprovechar lo máximo posible el potencial comunicativo y social que tiene una comunidad es importante conocer los 4 elementos esenciales que la componen: 1) El lugar: el lugar y el tiempo; 2) Los lazos comunes: las conexiones; 3) La interacción social: las interacciones; 4) La gente: individual y el grupo.
STUCKEY, Bronwyn. Association of recent definitional community components mapped to Hillery’s four themes.[en Línea] Enero de 2010. Disponible en Web: http://www.bronwyn.ws/capers/define_components.html

29 de septiembre de 2010

Comunidades Virtuales: resolución de conflictos y convivencia (II)

En el anterior post, se expuso que la aparición de conflictos en una comunidad virtual puede presentarse como una oportunidad para mejorarla, siempre y cuando éstos sean gestionados de una forma adecuada.
En esta segunda parte, se hablará dónde pueden aparecer las dificultades y se mostrarán datos y ejemplos de la investigación de A. D. Smith. Ya casi al final del post habrán unas pequeñas conclusiones sobre el tema.



II. Comunidades virtuales y la resolución de conflictos
A veces, las dificultades no residen en la estructura que conforma los sistemas pluralistas sino en el mismo software que facilita la participación. Los medios técnicos son a veces incompletos controles sociales que, además, sino están complementados con un adecuado diseño del sistema, pueden conformar un espacio no democrático y convertirse involuntariamente en un generador de conflictos. Y es que “con frecuencia se cree y se espera que la facilidad de comunicarse e interactuar en la red conducirá a un florecimiento de las instituciones democráticas, a la anunciar un escenario nuevo y vital para el discurso público. Pero hasta el momento, la mayor parte de los grupos online tienen, o bien una estructura anárquica, o bien dictatorial. Algunos experimentos conocidos con políticas electorales democráticas han fracasado estrepitosamente, haciendo surgir las preguntas sobre qué tipo de gobierno es posible y cuáles son los prerequisitos para las instituciones democráticas. [...] el ciberespacio es con frecuencia un dominio con enormes desequilibrios de poder1. Aunque se podría añadir que las sociedades donde hay una distribución equitativa del poder funcionan mejor.

A continuación mostraré algunos datos sobre las comunidades virtuales y los conflictos que presentó Smith en su investigación de MicroMUSE, lo cual podrá ser útil para resumir lo que ya hemos visto y ver plasmado en un caso real algunos de los rasgos de la teoría expuesta2:

1) El conflicto tendrá lugar, siempre que estas comunidades sean abiertas y procedan de la población cada vez más heterogénea de Internet que cuenta con un gran abanico de valores, intereses y expectativas.

2) Cuando la comunidad virtual tiene objetivos manifiestos, el conflicto será cada vez mayor hasta que no se entiendan estos objetivos o no sean compartidos por los miembros de la comunidad.

3) La estructura social de estas comunidades, al ser dependiente y tener poderes asimétricos, es una fuente subyacente de conflicto y de inestabilidad.

4) Dada la desigualdad de poderes y la falta de un consenso a lo largo de toda la comunidad, la estrategia de la administración para tratar con la disidencia puede tener como consecuencia no intencionada el aumento y la intensificación del comportamiento conflictivo.


Cómo hemos observado, la diversidad es una fuente de conflictos y oportunidades en las comunidades online y que presentan rasgos, incluso situaciones que son en cierto modo muy parecidas a las presentes en las comunidades offline. Por lo tanto, a medida que no haya una mayor tendencia a formar parte de comunidades online, la aparición de conflictos también se verá incrementada, lo cual obliga irremediablemente a instaurar un sistema de resolución constructiva de conflictos presente en el modelo político de los sistemas sociales, donde “el orden se crea desde la diversidad mediante negociaciones y consultas que reconcilian los intereses divergentes y crean los conceptos compartidos3.

Por lo tanto, la efectividad de un sistema social depende, según Smith, de su grado de diversidad, de su estrategia y de su destreza a la hora de solucionar el conflicto. Pero si además, los límites de la comunidad están claramente definidos y las sanciones son racionales, podríamos decir que el sistema sería también mucho más eficaz en la resolución de conflictos.


1. SMITH, Marc A. y KOLLOCK, Peter. “Las comunidades en el ciberespacio”. Capítol I de Comunidades en el ciberespacio (editors Marc A. Smith i Peter Kollock) Barcelona: editorial UOC (2003) p. 33

2. SMITH, A. D. “Los problemas de la resolución de conflictos en las comunidades virtuales”. Capítulo VI de Comunidades en el ciberespacio (editores Marc A. Smith i Peter Kollock) Barcelona: editorial UOC (2003) p. 203

3. Ibídem p.188

Foto: Aristocrat (CC 2.0. BY-NC-ND)

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27 de septiembre de 2010

Comunidades Virtuales: resolución de conflictos y convivencia

Después de haber escrito el primer bloque sobre las opiniones de los artistas, consideré que era conveniente hacer una pequeña pausa y escribir sobre otros temas para que se pudiera desconectar un poco.
Los últimos post han sido breves porque he estado un poco liado preparando y organizando un proyecto sobre cultura audiovisual participativa "Culturaremix", e intentar así sacarlo adelante.

Centrándonos ya en el tema de hoy, he pretendido desarrollar brevemente algunos aspectos que hacen referencia a la resolución de conflictos dentro de las comunidades virtuales. Para no hacerlo muy extenso, y más hoy que es lunes, he preferido dividirlo en dos partes. Os dejo con la primera y seguramente mañana tendréis la segunda parte.

Introducción
En la gran mayoría de los ámbitos de nuestro entorno, los conflictos generalmente se entienden como situación negativa y/o destructiva, ya que en teoría suponen una desorganización y un peligro en la estabilidad de cualquier apartado de nuestras vidas, ya sea personal, profesional o social. Se podría decir que un conflicto “ocurre cuando las partes se encuentran en desacuerdo en cuanto a la distribución de recursos materiales o simbólicos y actúan movidas por la incompatibilidad de metas o por una profunda divergencia de intereses1.

Pero por otro lado, también se podría considerar que en determinadas ocasiones, un conflicto puede representar un aspecto positivo y suponer un avance allá donde se ha producido. Esta es otra posibilidad que hay que tener en cuenta para abordar este tema de la forma más objetiva posible, evitando así, una representación sesgada de las consecuencias de los conflictos. Por lo tanto, esta situación puede presentarse como una oportunidad de mejora, puesto que “un conflicto no es una cosa sino un proceso que puede posibilitar un cambio en una dirección concreta. Un conflicto es una construcción social como cualquiera otro proceso de nuestra realidad2.

Sin embargo habría que destacar la vital importancia que plantea indagar “sobre aquellos elementos que intervienen o facilitan la producción de conflictos en las interacciones que emergen a través de la Comunicación Mediada por Ordenador (CMO). Tal ejercicio asume el conflicto como un hecho negativo que se debe prevenir o evitar, en aras de lograr el mantenimiento de la comunidad virtual3. Es este intento de preservar la comunidad online el principal objetivo de la gestión de conflictos, puesto que sin este mecanismo la unidad de sistema se expone a un grave peligro. Por lo tanto, la resolución de conflictos es una de las máximas prioridades que ha de tener una comunidad para asegurarse su continuidad, y por lo tanto, es aquí donde juegan un papel vital un diseño apropiado del sistema y una actuación adecuada de cada uno de sus elementos que la integran.

Por lo tanto, como explica Georg Simmel, podríamos decir que un sistema social completamente pacífico no puede tener una razón de ser porque no estaría adecuadamente preparado para los cambios, y más hoy en día donde se vive en un cambio constante: “la armonía y el consenso no son buenos por sí mismos ni el conflicto es, en si mismo, un poco malo. Más bien, ambos casos son positivos y necesarios para la supervivencia del sistema4.

Según acabamos de ver, un sistema “pacífico” no es lo más aconsejable, pero por el contrario, un sistema pluralista, al poseer una gran variedad de elementos, perspectivas, ideologías, etc. presenta unos rasgos que facilitan y redundan en unas mayores posibilidades de adaptación al entorno, una mejor capacidad en la toma de decisiones, y por lo tanto, de tener unas probabilidades más elevadas a la hora de hacer frente a un conflicto. Sin embargo, esta diversidad de valores también se puede convertir en una fuente de conflictos, puesto que “los sistemas pluralistas, que son más complejos y que están estructurados de forma más elaborada que a los que pertenecen a un modelo radical centrado en la dicotomía y en la oposición, tienen un alto grado de vulnerabilidad propio5.



1. HOWARD, M. La cultura del conflicto. Las diferencias interculturales en la práctica de la violencia. (1995). Barcelona: Edicions Paidós.

2. FELIU, M. “Dinàmica i gestió del conflicte. La perspectiva psicosocial”. A. R. De Alós-Moner, J. Feliu, J.L. Martí i A. Marín (Eds.) Negociació de conflictes II. Barcelona: Editorial UOC.

3. CIBERSOCIEDAD 2.0. El estudio del conflicto en comunidades virtuales . Una revisión de aportes recientes. 2006. Disponible en Web: http://www.cibersociedad.net/congres2006/gts/comunicacio.php?id=1

4. SIMMEL, Georg. Conflict and the web of froup affiliations. (traduït i editat per Kurt Wolff) 1922 (1955) Glencoe. Free Press.

5. SMITH, A. D. “Los problemas de la resolución de conflictos en las comunidades virtuales”. Capítol VI de Comunidades en el ciberespacio (editors Marc A. Smith i Peter Kollock) Barcelona: editorial UOC (2003) p. 188


Foto: luc legay (CC 2.0. BY-SA)